24 Véase: La situación del empleo – Oficina de. Estadísticas Laborales, consultado en bls/news.release/pdf/empsit.pdf. 25 Véanse las

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>EL IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA EN EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO Imagen: Los clientes de un restaurante, que encargan su pedido sobre una mesa digital, muestran cómo la automatización ha llegado a todos los rincones de nuestro entorno.https://www.bbvaopenmind.com Comparte el contenido de este artículo en tus redes sociales

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EL IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA EN EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO / ADAM SAUNDERS Adam Saunders da clases en la Facultad Sauder de Negocios de la Universidad de la Columbia Británica. Sus investigaciones aspiran a cuanti˜car los activos intangibles relacionados con la tecnología que están desempeñando un papel importante en la generación de valor de mercado y productividad. También está estudiando cómo la tecnología de la información está modi˜cando el campo de juego competitivo entre las empresas estadounidenses. Sus investigaciones han aparecido en The New York Times, The Economist, Nature, CBC, Forbes, The National Review , y CIO Magazine. Es, junto con Erik Brynjolfsson, coautor del libro Wired for innovation: How information technology is reshaping the economy (MIT Press, 2010). Adam es un apasionado de la enseñanza, y ha obtenido los galardones Sauder Alumni Talking Stick a la innovación pedagógica y UBC Commerce Undergraduate Society a la excelencia en la educación, y ha sido nominado al galardón UBC Killam Teaching Award a la excelencia en la educación de estudiantes universitarios. Antes de llegar a la Facultad Sauder, Adam fue Profesor e Investigador Postdoctoral en la Facultad Wharton de la Universidad de Pennsylvania, y anteriormente había trabajado para el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca en Washington, D.C. Posee un doctorado en Dirección de Empresas por la MIT, y una Licenciatura en Económicas summa cum laude con un Diploma en Finanzas por la Universidad de Princeton. Adam creció en Toronto y vive con su mujer y sus dos hijos en Vancouver. >LA ERA DE LA PERPLEJIDAD. REPENSAR EL MUNDO QUE CONOCÍAMOS

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Introducción Los recientes avances en inteligencia arti˜cial y aprendizaje automático, que nos trajeron a Watson y los coches sin conductor, marcan el inicio de un cambio radical en el mundo, tal y como lo conocemos. Pero las grandes innovaciones, ampliamente utilizadas, que mejoran con el tiempo, y tienen efectos colaterales que generan nuevas innovaciones, han existido desde los inicios de la historia, remontándose a las primeras herramientas de metal, la rueda y la invención de la escritura. Estas innovaciones son lo que se conoce como tecnologías de uso general ( general purpose technologies o GPT)1, que han cambiado el curso de la historia. Las GPT «interrumpen y aceleran la marcha normal del progreso económico». 2 En otras palabras, hacen que las personas sean más productivas y mejoran las condiciones de vida. También ayudan a abrir caminos a nuevos tipos de trabajo. Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee dividen sucintamente el progreso histórico en dos «eras» de las máquinas.3 La primera era de las máquinas se remonta a la invención de la máquina de vapor por James Watt en 1775. Este hecho trajo consigo una explosión de innovación y a una mejora tal de las condiciones de vida, que el estadounidense medio actual disfruta de una calidad de vida inimaginable siquiera para los nobles más ricos de aquella época. La «segunda era de las máquinas» empezó en la década de 1990, y se caracteriza por tres factores: (1) aumentos exponenciales en la potencia informática, lo que se conoce como la ley de Moore; (2) la agilidad y el poder de las tecnologías digitales (incluida su capacidad de replicar ideas y productos a coste cero o muy bajo); y (3) nuestra capacidad creativa para La tecnología siempre ha alimentado el crecimiento económico, mejorado las condiciones de vida y abierto vías a nuevos y mejores tipos de trabajo. Los recientes avances en inteligencia arti˜cial y aprendizaje automático, que nos trajeron a Watson y los coches sin conductor, marcan el inicio de un cambio radical en el mundo, tal y como lo conocemos. Para navegar por el inestable mercado laboral y aprovechar las abundantes oportunidades ofrecidas por las nuevas tecnologías, debemos encontrar una forma de adaptarnos más rápidamente. Mediante la actualización continua de nuestras habilidades y buscando unos acuerdos laborales alternativos, podemos «correr con las máquinas». Nos guste o no, el cambio está llegando, y el peor movimiento de todos consistiría en ignorarlo. >EL IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA EN EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO

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aprovechar ideas como si fueran ladrillos para generar innovaciones (lo que recibe el nombre de crecimiento recombinante).4Lo que resulta más sorprendente es que la «ley de Moore», que ha provocado tantos cambios en el progreso tecnológico, ha resistido asombrosamente bien a lo largo de los años. En 1965, Gordon Moore, entonces director de investigación y desarrollo (I+D) en Fairchild Semiconductor, predijo que la potencia global de procesamiento de los ordenadores (o el número de transistores en un circuito integrado) se doblaría cada año. Esta predicción se conoció con el nombre de ley de Moore (Moore revisó su predicción en 1975 y dijo que eso sucedería cada dos años. Más adelante se convirtió en el director ejecutivo de Intel). Aunque Moore hizo, originalmente, su predicción para un período de diez años, los incrementos exponenciales en computación se han seguido produciendo hasta la actualidad. Además, William Nordhaus ha remontado la Ley de Moore a las primeras máquinas calculadoras de alrededor de la década de 1850. 5 El crecimiento exponencial de la potencia informática hace parecer que las nuevas tecnologías surgiesen de la nada; sin embargo, han estado ahí (aunque también eran muy caras y raras) desde hace bastante tiempo. En el pasado, solo los ricos podían bene˜ciarse de las últimas innovaciones. Brynjolfsson y McAfee, ilustran esta extraordinaria velocidad de progreso comparando las tecnologías disponibles en 1996 y en 2006: en 1996, el ASCI Red era el superordenador más rápido. Su desarrollo costó 55 millones de dólares, y ocupaba un espacio equivalente al 80 por ciento de una pista de tenis en los Sandia National Laboratories, en Nuevo México. Necesitó de tanta electricidad como la necesaria para abastecer a 800 hogares. En 1997, alcanzó los 1,8 tera˚ops. En 2006, diez años después de la presentación del ASCI Red, la videoconsola Sony Playstation 3 alcanzó los 1,8 tera˚ops. Costaba solo 500 dólares, requirió de menos de un décimo de metro cuadrado y consumía tanta energía como una bombilla. 6 McAfee y Brynjolfsson aportan otro ejemplo con la rápida adopción de los teléfonos inteligentes (smartphones): «En 2015, solo ocho años después de la aparición del iPhone, más del 40 por ciento de los adultos de 21 países emergentes y en desarrollo encuestados por el Pew Research Center informaron de que tenían un teléfono inteligente. En 2016, se vendieron aproximadamente 1.500 millones más». 7A modo de disquisición teórica, pensemos en la potencia informática que tendremos en las manos en veinte años si la ley de Moore no pierde su vigencia (y no tenemos razón alguna para pensar lo contrario, dada su larga trayectoria). Supongamos que los costes informáticos se reducen a la mitad cada 18 meses. Entonces, mil dólares de potencia informática actual (aproximadamente el precio de un iPhone 8 Plus libre con 256 GB de memoria en 2017) costarían menos de «UNA FORMA SENCILLA DE PREVER EL FUTURO CONSISTE EN VER QUÉ ES LO QUE TIENE LA GENTE RICA DE HOY.»

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diez centavos de dólar en 2037 8 (si eso puede parecer sorprendente, podemos preguntarnos cuánto pagaríamos por un teléfono móvil de hace veinte años). Si asumimos que los consumidores de dentro de veinte años estarían dispuestos a pagar mil dólares por cualquier teléfono inteligente que hubiera en el mercado entonces, ¿cuál sería el coste de esas tecnologías si pudiéramos obtenerlas en la actualidad?: algo más de diez millones de dólares. 9 Imagina que pudieras tener un teléfono inteligente con diez millones de dólares de potencia informática. Esa es una somera aproximación de lo que todos tendremos en las manos en unas dos décadas. En otras palabras, como dice Hal Varian, economista Jefe de Google: «Una forma sencilla de prever el futuro consiste en ver qué es lo que tienen hoy los ricos». 10Tecnología y empleo El estadounidense medio actual dispone de mejores cuidados médicos, mejor acceso a la información y mejores formas de comunicarse y viajar que la gente más rica del mundo en un pasado no tan lejano. Hemos experimentado una mejora espectacular de las condiciones de vida, cuyo «factor determinante más importante [] en todos los países y a lo largo del tiempo» es la productividad laboral.11 La productividad, equivalente a la producción dividida entre los recursos utilizados (como el capital, el empleo, la energía, los materiales y los servicios) aumenta cuando desplegamos la tecnología.12 El Consejo de Asesores Económicos (Council of Economic Advisors) aporta un ejemplo de las mejoras increíbles en la productividad agrícola a lo largo de las dos últimas décadas: «En 1830, a un agricultor le llevaba 250-300 horas producir 100 bushels (2.700 kilos) de trigo. En 1890, con maquinaria tirada por caballos, tardaba solo 40-50 horas producir esa misma cantidad. Hacia 1975, con los grandes tractores y cosechadoras, un agricultor podía producir esos 2.700 kilos de trigo en solo 3-4 horas». 13 Produciendo más con el mismo nivel de recursos, las máquinas agrícolas redujeron los costes de producción. Como resultado, los alimentos se volvieron más asequibles y se hizo más improbable que la gente muriese de hambre. Además, la mayor productividad como consecuencia de la automatización del trabajo agrícola, condujo a los trabajadores agrícolas a emigrar a las ciudades, donde ayudaron a que la economía industrial se desarrollara y creciera. Se crearon nuevos bienes y servicios y el consumo aumentó. La productividad creció todavía más a medida que la automatización redujo los costes, haciendo que los transportes, los cuidados sanitarios, la educación y el gobierno fueran más asequibles. 14En general, la tecnología ha incrementado el tamaño del “pastel del excedente económico”, y ha redistribuido buena parte de él a los consumidores. Tengamos en cuenta un ejemplo: cuando Amazon ofrece una entrega gratuita el mismo día o al día siguiente, esa entrega no es realmente gratuita, ya que a Amazon le cuesta recursos importantes conseguirlo. Los bene˜cios de las inversiones de Amazon en automatización y mejoras en su cadena de suministro se re˚ejan en forma de una combinación de precios más bajos, una mayor variedad y una entrega más

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rápida, mientras la compañía compite para ganarse a los consumidores. Desde esta perspectiva podemos comprender cómo es posible que William Nordhaus haya estimado que un 96 por ciento de los bene˜cios de la tecnología van a los consumidores y no a los productores.15Por muy maravillosos que hayan sido los bene˜cios de la tecnología, también se están dando en un entorno de creciente desigualdad, una clase media decreciente y di˜cultades a la hora de encontrar empleo. Desde la década de 1940 hasta la de 1970, las rentas de todos los niveles crecieron a aproximadamente al mismo ritmo en Estados Unidos. Sin embargo, desde entonces, los estadounidenses más ricos han observado importantes aumentos en sus rentas y su participación en la riqueza, mientras que el resto ha registrado alzas mucho más modestas. Y al tiempo que la clase media estadounidense se ha reducido, una lamentable epidemia de dependencia a los opiáceos ha asolado el país en regiones con un alto nivel de desempleo. 16 Por consiguiente, es importante que recordemos que la automatización no tiene un efecto universal sobre el desempleo: una máquina puede ser un sustitutivo o un complemento de la mano de obra humana.Una máquina puede sustituir a la mano de obra humana cuando tiene la capacidad de producir más que el trabajador por el mismo coste (como el de su salario), o tanto como el trabajador por una fracción del precio. Esto tiene más posibilidades de ocurrir cuando las tareas del trabajador son rutinarias y codi˜cables: es decir, Trabajadores de almacén de Amazon en Inglaterra preparando la campaña de Navidad.

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señalado Autor, «no existe un aparente incremento a largo plazo» en la relación, que ha ˚uctuado a lo largo de los años, y ha caído especialmente durante las recesiones.21Desde 2010, la tasa nacional de desempleo está bajando. En los últimos años, las tasas han re˚ejado los niveles experimentados antes de la Gran Recesión (grá˜co 1). Pero estas estadísticas son engañosas, ya que la ocupación no ha hecho lo mismo. Antes de la recesión, en 2007, alrededor del 63 por ciento de los estadounidenses en edad laboral estaban empleados, y la tasa de desempleo se encontraba justo por debajo del 5 por ciento. En septiembre de 2017, la tasa de desempleo se ha reducido al 4,2 por ciento, mientras que la tasa de ocupación ha alcanzado una cifra ligeramente superior al 60 por ciento.22 GRÁFICO 1: TASA DE EMPLEO Y TASA DE OCUPACIÓN EN ESTADOS UNIDOS Fuente: O˜cina de Estadísticas Laborales Tomado del Banco de la Reserva Federal de St. Louis Nota: las áreas sombreadas indican recesiones en Estados Unidos Un fenómeno que queda encubierto por la tasa de desempleo es la tendencia de las personas a abandonar la fuerza laboral. La gente categorizada como parte de la fuerza laboral es aquella que está «empleada» o “desempleada” (es decir, que no tiene trabajo, está dispuesta a trabajar y ha buscado empleo activamente en las últimas cuatro semanas). Por ejemplo, las estadísticas más recientes indican que en Estados Unidos sigue habiendo unos 6,8 millones de desempleados. 23 Sin embargo, hay alrededor de 1,6 millones de personas más que no forman parte de la fuerza laboral (es decir: no disponen de trabajo y en la actualidad no lo están buscando), pero a las que se considera «ligadas de manera marginal al mercado laboral», ya que quieren un empleo y están disponibles para ello, y lo han buscado activamente en los últimos 12 meses. 24 Se considera que casi medio millón de estos trabajadores están «desmotivados», ya que una de las razones de que no estén buscando empleo es que «creen que no hay trabajos para ellos». 252000200220042006200820102012201420163456789101161 6259605865666364PorcentajeTasa de desempleo (izquierda) Tasa de ocupación (derecha)

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Tomemos, por ejemplo, a un minero del carbón con educación secundaria en el estado de Virginia Occidental que tenía un salario anual de 80.000 dólares, pero que fue despedido porque se implementaron tecnologías más so˜sticadas en las minas. Es improbable que ese trabajo regrese, por lo menos en Virginia Occidental. ¿Querrá este empleado trabajar como cajero por menos de un tercio de su salario anterior? Supongamos que, en lugar de ello, este minero deja de buscar trabajo porque está muy cansado de tratar de encontrar empleos similares y acaba desmotivado. Este trabajador desanimado no es incluido en la tasa de desempleo, ya que, técnicamente hablando, ya no forma parte de la fuerza laboral, al margen de cuánto desee trabajar si pudiera recuperar su antiguo trabajo.Pensemos ahora en el futuro de un grupo más amplio de trabajadores: a medida que los coches sin conductor se utilicen cada vez más, muchos de los 3,5 millones de camioneros estadounidenses podrían perder su trabajo. 26 Algunos transportistas a larga distancia ganan hasta 150.000 dólares al año. 27 Al igual que sucede con la preocupación de los mineros del carbón, ¿encontrarán estos camioneros trabajos tan bien remunerados como antes si solo disponen de estudios secundarios? La gente podría preguntarse: «¿Dónde están todos los empleos y por qué han desaparecido?». Algunos culpan a los inmigrantes; otros, a los acuerdos comerciales, y otros, a las máquinas, o a una combinación de estas tres cosas. La realidad es más complicada. Por lo menos por lo que respecta a la tecnología, la automatización ha generado y destruido empleos. Hay tanto ganadores como perdedores. A los trabajadores de Silicon Valley, además de a aquellos con formación en estadística y economía, les está yendo bien. Hal Varian, economista jefe de Google, remarcó: «El empleo sexy en los próximos diez años será el de los estadísticos». 28El sector de la minería ha cambiado de forma radical en las últimas décadas. Ingeniero inspeccionando una máquina tuneladora.

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La industria de las compañías aéreas supone un ejemplo interesante de automatización que bene˜cia a la mayoría de la gente, mientras que lleva a otros a sufrir dolorosas pérdidas de empleo. La automatización ha afectado a prácticamente todos los empleos en esta industria, desde la reserva de vuelos hasta el control de fronteras. La mayoría de nosotros reservamos vuelos en internet; utilizamos mostradores de facturación automatizados en el aeropuerto; podemos pasar por los controles de inmigración haciendo que máquinas escaneen nuestro pasaporte o, sencillamente, usando pasaportes electrónicos; se nos lleva a nuestro destino gracias aordenadores a bordo de los aviones, y pasamos por controles de fronteras con quioscos de autoservicio. Aunque siguen habiendo gente que nos ayuda, también se han eliminado muchos empleos en cada etapa del proceso. Por otra parte, el incremento de la automatización ha hecho que, en la mayoría de los casos, los vuelos sean más seguros y baratos 29 Además, internet ha empoderado a los viajeros permitiéndoles comparar con mucha más facilidad los precios que cobran las distintas aerolíneas por diversas rutas. Esta transparencia ha llevado a una mayor competencia que ha ayudado a que los precios de los billetes de las aerolíneas hayan descendido un 50 por ciento en 30 años. 30 Esto sirve como ejemplo del estudio de Nordhaus, donde los consumidores reciben el 96 por ciento de los bene˜cios de la innovación tecnológica. 31El 31 de julio de 2009 (justo después de la Gran Recesión), las ofertas de empleo en Estados Unidos alcanzaron un nivel mínimo de 2,2 millones (mientras que el desempleo había alcanzado los 14,6 millones). 32,33 Pese a ello, las ofertas de empleo han estado aumentando, especialmente en los servicios profesionales y empresariales, la asistencia sanitaria y social y la construcción, 34 y en agosto de 2017, alcanzaron la cifra de 6,1 millones. 35 De hecho, ahora hay más empleos disponibles que los que ha habido en por lo menos diecisiete años, cuando la O˜cina de Estadísticas Laborales (BLS) empezó a medirlos. A nivel global, la situación no parece tan mala: si hay 6,1 millones de empleos disponibles, entonces 6,1 millones de los 8,4 millones de personas que buscan trabajo (los desempleados más las personas ligadas de manera marginal al mercado laboral) ya no tienen por qué estar desempleadas. Sin embargo, en realidad es mucho más complicado. La gente no encaja en los trabajos debido a varias razones: porque están demasiado cuali˜cadas para ellos, porque no cuentan con la su˜ciente cuali˜cación, o porque se encuentra en sectores o lugares en los que los empleos están desapareciendo. El cuadro general pasa por alto las pequeñas historias. Así pues, pese a que la productividad laboral ha aumentado (un efecto generalmente acompañado del crecimiento de puestos de trabajo), el empleo privado se ha estancado, básicamente, desde el año 2000 36 (grá˜co 2). (La mediana de la renta familiar real y el PIB real per cápita también «se desacoplaron» de la productividad laboral a principios de la década de 1980 y en la de 2000, respectivamente). Brynjolfsson y McAfee llaman a este efecto el Gran Desacoplamiento, y atribuyen parte de estos efectos al surgimiento de las tecnologías digitales. 37 No ven que estas brechas vayan a cerrarse pronto.

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GRÁFICO 2: EL GRAN DESACOPLAMIENTO Fuentes: O˜cina de Análisis Económico, O˜cina de Estadísticas Laborales, O˜cina de Censos.Tomado del Banco de la Reserva Federal St. Louis; Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee. Nota: Las áreas sombreadas indican recesiones estadounidenses desde 1953 hasta 2015. Acuerdos laborales alternativos Lawrence Katz y Alan Krueger descubrieron que además de la ralentización de la creación de empleo, el 94 por ciento del crecimiento laboral neto desde 2005 hasta 2015 fue simplemente en empleos temporales o inestables (en oposición a la década anterior, durante la cual apenas hubo crecimiento de este «empleo alternativo»). 38 A medida que cada vez más tareas son gestionadas por máquinas (que no solo son, sencillamente, más e˜cientes que las personas, sino que, al contrario que estas, no piden salarios altos, vacaciones, seguro médico ni planes de pensiones), las compañías necesitan ahora menos trabajadores o menos horas de sus trabajadores (o ambos). Pero, aunque puede que no queden tantos empleos (a tiempo completo), sigue habiendo mucho trabajo. Diane Mulcahy explica: «El trabajo se está desacoplando de los empleos y reorganizándose en variedad de acuerdos alternativos, como los proyectos de consultoría, encargos a autónomos y oportunidades de contratos». 39Millones de personas se han visto afectadas por estas reestructuraciones. En septiembre de 2017, había 5,1 millones de «trabajadores a tiempo parcial involuntarios» que eran incapaces de encontrar empleos a tiempo completo o cuyos patrones habían reducido sus horas de trabajo. 40 Sin embargo, de acuerdo con el McKinsey Global Institute, entre el 20 y el 30 por ciento de la población estadounidense en edad laboral (aproximadamente 206 millones) 41 lleva a cabo algún tipo de trabajo como autónomo, lo que supone aproximadamente entre 40 801201602002402803203601950196019701980199020002010ÍndiceSector de las empresas no-agrícolas: Producción real por hora de todas las personas, 1953 = 100 Producto interior bruto real per capita, 1953 = 100 Todos los empleados: Nóminas no-agrícolas totales, 1953 = 100 Mediana de la renta familiar real en Estados Unidos, 1953 = 100

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