Toda la historia de la antigua educación griega constituye una lenta ria miles de gestas antiguas, contribuye a la educación de la posteri.
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_._””Ł.._,.A..Ł.,,”.-“”..HENRI-IRÉNÉE © Editions du Seuil, Para todos los países de lengua © Akal Editor, Ramón Akal Apdo. 400 -Torrejón de MADRID -ISBN: Depósito legal: M. Impreso en GREFOL, S. A., PoI. II -La Móstoles Prínted ín DE LA EN LA Traducción: YAGO BARJA DE QUIROGA AKAl . d’
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Este libro está dedicado a la memoria de Gilbert Dru, estudiante francés condenado a muerte durante la ocupación nacional-socialista alemana, rno miembro de la resistencia cristiana, y bárbaramente ejecutado en la Place Bellecour, de Lyón, el 27 de julio de 1944, a la edad de 24 años. PER FIDEM MARTYRUM PRO VER/TATE VER/TATE SAN AGUSTÍN La ciudad de Dios, IV, 30 PRÓLOGO A LA SEXTA EDICIÓN Ya que los editores han decidido reimprimir este libro, dándole una nueva presentación, el autor no podía menos que revisar dosamente su texto, de modo que la nueva edición apareciese necida tanto en el fondo como en la forma. Por ello nos hemos zado en integrar nuestro trabajo con la aportación de los más tantes hallazgos realizados en nuestra especialidad a lo largo de los últimos veinte años, contando especialmente con ciertos libros que han venido poco a poco a completar varias de las lagunas más tes cuya existencia se deploraba en nuestra primera redacción, entre ellos los de Martín Milsson sobre la escuela helenística (1955), lean Delorme sobre el gimnasio griego (1960), Chrysis Pelekidis acerca de la efebía ática (1962), y los de P. Riché (1962) Y P. Lemerle (1971) sobre la educación en el occidente bárbaro y en Bizancio mente; por otra parte más de uno debe haber sido escrito a resulta de las carencias que se señalaban en nuestra primera edición, lo que espero baste para justificar una tentativa de síntesis como la te, que siempre corre el riesgo de parecer prematura. Quiero llamar la atención sobre lo que puede significar la puesta al día de una obra de carácter histórico. No existiría problema alguno si se tratase aquí de la elaboración de un manual cuyo único fin fuera el de presentar estrictamente los resultados obtenidos por la gación, ofreciendo una imagen lo más precisa posible del estado sente de la ciencia. Mas nuestra Historia de la Educación quiso ser algo esencialmente distinto de un paquete de fichas cuidadosamente criticadas y ordenadamente clasificadas, intentando por el contrario ser un libro, con cuanto de personal indica esta palabra, con su dad orgánica y, posiblemente, con un cierto grado de ambición: ya expuse en otro lugar 1 lo que a mi entender debía de ser una obra tórica, labor científica en primer término mas, simultáneamente, pregnada por unas exigencias que la relacionan con la obra artística, impuestas por el mismo respeto de la veracidad. 1 De la historique, París, 1954, págs. 277-289 (col. Points, págs.267-278). –. 5
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Mas nadie puede impedir que un libro se escriba en cierta fase de la vida del autor, y en un momento determinado de la Historia. Vano sería tratar de despojarlo de sus años, en cuyo caso más valdría bir íntegramente un nuevo libro 2. El presente texto fue concebido en ·los días más sombríos de la Segunda Guerra mundial, cuando era prescindible reanimar en el corazón de los más jóvenes la llama de la libertad precaviéndolos contra el falso prestigio de la barbarie talitaria: de ahí proviene la amarga pasión con lo que por ejemplo se combate en este libro el ideal espartano o, más exactamente, sus ilusos o pérfidos admiradores. El autor andaba entonces cercano a la cuarentena, lo que equivale decir cual es la generación a la que se siente ligada, aquella para la cual los nombres de Werner Jaeger y del Padre A. J. Festugiere representaban la vigorosa y siempre vada tradición del humanismo clásico. (¿Quién lleva ahora la antorcha? a los jóvenes toca responder). El autor, repito, aprendió su oficio bajo los auspicios de Jérome copino y Franz Cumont: si el lector llega a mirar con simpatía la bor que he realizado, deberá conceder conmigo a las lecciones de les maestros el mérito de mi obra. H.I.M. Chatenay, 1 de julio de 1964. 2 Preciso sería, por ejemplo, replantearse el problema de los orígenes de la ción griega a la luz de las investigaciones que inaugura el libro, innovador y atrevido de Angelo Brelich, Paides e parthenoi (coi. Incunabula Graeca, vol 36), Roma, 1969: no solo en Esparta sino también en Atenas, podemos observar en la época clásica tigios de los ritos arcaicos de iniciación, comparables a los que estudia la etnología en Africa Negra y aún en las civilizaciones de los «pueblos sin escritura»: ver mi ción al coloquio de la Société lean Bodin versando sobre el «derecho a la educación», con una nota adicional sobre <